¿Estamos demasiado ocupadas para vivir ahora?, igual el fin de
semana seré feliz y podré disfrutar…
Solo es una pregunta para hacernos conscientes de que no es un
lujo practicar la atención plena, es un enfoque de cómo vivir la vida, de vivirla
como si realmente importase, como dice Jon Kabat-Zinn
Sabemos ya, que en nuestro bienestar y nuestra felicidad
influye poderosamente, más que la realidad en la que nos desenvolvemos día a
día, es como cada una de nosotras vive esas circunstancias, y es esto último lo
que nos da un significado de bienestar o no.
Digamos que aceptar la incertidumbre, el cambio continuo y la
impermanencia sin empeorar o perder la cabeza es algo inteligente, y esa
inteligencia es la que practicamos en Mindfulness, es gimnasia mental, porque lo más importante es
el desarrollo de nuestras vidas.
La atención plena es como despertarse de ese piloto
automático, de salir de nuestras narrativas autoconstruidas, no se trata de convertirse
en una gran meditadora, sino de vivir cada momento más conscientes, más en
nuestro cuerpo, más en lo que realmente está pasando en el presente.
Cuando aprendemos a caer en la quietud, es como si cayésemos
treinta metros por debajo de las olas de nuestros pensamientos. No tenemos que
parar nada. Allí sentimos esas pequeñas olas de nuestro pensamiento, las vemos
en la superficie de la mente, como dice Daniel J. Siegel.
Practicando somos más conscientes de nuestro enfado...
(frustración, impaciencia, desesperanza, aburrimiento, irritabilidad,
miedo, ira, tristeza, impotencia, sufrimiento, incomodidad….)
cuando surge, y podemos verlo y sentirlo y responder
pausadamente.
Podemos digerir y metabolizar toda esa reactividad emocional,
que es también parte cognitiva y de esta
manera conseguiremos, no cabe duda, mayor bienestar físico y mental, y también
conseguiremos darle un significado de desarrollo y avance a todo lo que hacemos
en nuestros días.
Si queremos ser felices solo hay un momento para que suceda,
es ahora.
Si queremos que el futuro sea diferente, podemos empezar a
habitar el momento presente, habitar nuestro cuerpo, que es nuestra casa, con
los sentidos…saborear, oler, tocar, escuchar…observemos y sintamos nuestra
respiración y observemos también nuestra mente.
Beatriz Carretié
Equipo BMA&aktitud