lunes, 27 de marzo de 2017

Meditar caminando




Meditar caminando


De manera semejante a la meditación en quietud, la meditación caminando es un ejercicio simple y universal para practicar la calma y la conciencia. Se puede practicar regularmente, antes o después de una meditación sentados, después de una jornada de trabajo o por la mañana, antes de empezarla. El arte de la meditación caminando consiste en aprender a tomar conciencia de que caminas, en usar el movimiento natural del caminar para cultivar una presencia mentalmente despierta.

Elige un lugar tranquilo que te permita ir y venir, de unos veinte pasos al menos. Comienza colocándote en un extremo de esta «senda de caminante» con los pies bien plantados en el suelo. Deja que las manos pendan con naturalidad de manera que estén relajadas.
Cierra un momento los ojos, céntrate y siente tu cuerpo sobre la tierra. Siente la presión en los extremos de los pies y vive todo esto en estado de atención.
Comienza a caminar lentamente. Camina con tranquilidad y dignidad.

Presta atención a tu cuerpo. En cada paso, siente cómo se levante tu pie y la pierna se aleja de la tierra. Toma conciencia cada vez que coloques el pie en tierra.
Relájate y procura que tu andar sea suelto y natural. Siente cada paso al caminar. Cuando llegues al final del trayecto, detente un momento. Céntrate, date la vuelta con cuidado, detente otra vez para caer en la cuenta del primer paso de regreso.
Sigue regresando al punto de partida. Cuando llegues, empieza de nuevo el recorrido por espacio de unos diez minutos o más. Lo más normal es que, con frecuencia, tu mente se distraiga.

En cuanto percibas alguna distracción, advierte con serenidad en qué dirección apunta: «vagabundear», «pensar», «escuchar», «planear»… Entonces, procura sentir el paso siguiente.

No te preocupes: tendrás que hacer esto un montón de veces. Da igual que te hayas distraído un segundo o diez minutos. Lo que importa es que tomes conciencia de dónde has estado regreses al presente, al aquí y al ahora, en el siguiente paso que te toque dar.

Después de practicar unas cuantas veces este ejercicio aprenderás a usarlo para serenarte y recogerte, para vivir más despierto, con una conciencia dilatada.
De este modo puedes extender esta práctica de manera informal cada vez que tienes que salir de compras o realizar cualquier trayecto a pie. Puedes aprender a disfrutar caminando sin estar siempre pensando, haciendo planes, etc.
Basta con que te habitúes a vivir el momento presente, a ensamblar tu cuerpo, tu corazón y tu mente a medida que te mueves.
(Inspirado en lecturas de Thich Nhat Hahn) Agustín Prieta
Maquetado por BMA&aktitud


viernes, 24 de marzo de 2017

La intención



" El acto de desarrollar buenas intenciones es en si mismo una forma de meditación. Cada vez que desarrollamos una intención, sutilmente estamos formando o reforzando un hábito mental. 

Si repetimos este proceso muchas veces, terminará por convertirse en una costumbre que se manifestará en diversas ocasiones para guiar nuestro comportamiento. 
Por ejemplo si pensamos muchas veces a lo largo del día que debemos preocuparnos por nuestro bienestar, es muy posible que al cabo de un tiempo en todas las situaciones en las que nos encontremos o en las decisiones que tengamos que tomar, nos inclinemos (puede que de forma incosciente) hacia acciones o decisiones que aumenten nuestro bienestar, lo que probablemente fomente su crecimiento."

Chade-Meng Tan

martes, 21 de marzo de 2017

Movimiento





“…Estar activo es uno de los milagros de la vida.
Nos permite jugar con nuestros hijos, subir al pico de una montaña o dar un paseo relajante por nuestra ciudad con nuestra familia o amigos.

También nos permite centrar nuestra mente y ponerla en contacto con nuestros sentidos, y es una de las mejores y más sencillas formas de practicar Mindfulness en nuestra vida cotidiana.
La naturaleza sistemática y deliberada del ejercicio, tanto si se trata de pasear, correr o hacer yoga, nos arraiga en el momento y nos conecta con nuestros pensamientos y con aquello que estamos viendo, oyendo y sintiendo.
La actividad física puede ser un pilar del Mindfulness en nuestra vida…”

Thich Nhat Hanh 

jueves, 16 de marzo de 2017

Cambiamos el proceso de pensar




Cómo cambia tu cerebro cuando meditas


…Existen varias explicaciones potenciales de por qué los cerebros de los meditadores regulares difieren de los no meditadores. 

En primer lugar, la concentración y la atención enfocada requerida en la mayoría de las formas de meditación pueden estimular el crecimiento en estructuras neurales y promover una mayor conectividad y eficiencia dentro de las redes neuronales. 
Una segunda posibilidad es que la meditación amortigua el cerebro y el sistema nervioso contra los efectos del estrés crónico, que pueden reducir la respuesta pro-inflamatoria, estimular la actividad telomerasa e inhibir el cambio cerebral relacionado con la edad.

Aunque más investigaciones son necesarias para entender mejor por qué y cómo la meditación puede proteger el cerebro de la disminución relacionada con la edad, los resultados de este estudio contribuyen a una creciente base de evidencia que apoya el potencial de la meditación y otras prácticas basadas en Mindfulness para reducir el deterioro cognitivo relacionado con la edad y promover la salud del cerebro y la resiliencia…


Traducido y maquetado por BMA&aktitud

jueves, 9 de marzo de 2017

Diario de gratitud




Una Práctica Semanal de Atención Consciente: Mantén un Diario de Gratitud

Cultiva tu felicidad tomando nota de todo lo bueno que te rodea



Cómo hacerlo

No hay manera incorrecta de mantener un diario de gratitud, pero aquí hay algunas instrucciones generales para empezar

Puedes escribir hasta cinco cosas por las que te sientas agradecido. 
El registro físico es importante, no hagas este ejercicio solo con tu cabeza, conecta con tu cuerpo y tus emociones.

Las cosas que mencionas pueden ser relativamente pequeñas en importancia ("El bocadillo estupendo que me he comido hoy") o relativamente grande ("Mi hermana ha dado a luz a un bebé sano y monísimo."). 

El objetivo del ejercicio es recordar un buen evento, experiencia, persona o cosa en tu vida, y luego disfrutar de lo bien que te sentiste o que sigues disfrutando, porque está muy presente.

Para empezar a escribir, te damos unos consejos que quizá te ayuden:

Se lo más específico posible, la especificidad es clave para fomentar la gratitud. "Estoy agradecido porque mis compañeros de trabajo me fueron a visitar cuando estuve enfermo el martes" esto será más eficaz que "estoy agradecido por mis compañeros de trabajo”.

Escribir  detalles sobre una persona en particular o una cosa por la que estás agradecido es mejor que una lista superficial de muchas cosas.

 Considerar lo que sería tu vida sin ciertas personas o cosas, en lugar de hacer sólo la recopilación de todas las cosas buenas.

Se agradecido por los resultados negativos que evitaste convirtiéndolo en algo positivo: trata de no tomarte estos resultados como pura suerte.

 Ve las cosas buenas como "regalos". Pensar en las cosas buenas de tu vida como regalos te protege para no dar nada por sentado. Trata de saborear esos regalos que has recibido.

 Saborea las sorpresas. Trata de registrar los eventos que fueron inesperados o sorprendentes, ya que tienden a generar mayores niveles de gratitud.

 Escribe regularmente. Si escribes cada dos días o una vez a la semana, comprométete a hacerlo así. Se regular, honra ese compromiso. Unos minutos bastan.

La evidencia sugiere que la escritura de vez en cuando (1-3 veces por semana) es más beneficiosa que el diario. Esto puede deberse a que nos adaptamos a los acontecimientos positivos y pronto nos volvemos insensibles, por eso saboreamos las sorpresas.

Esta práctica nos ayudara a poner nuestra atención en lo bueno que hay en nuestras vidas y a ser conscientes de ello.
Generaremos nuevas habilidades enraizadas en nuevos circuitos neuronales, superando en cierta forma ese sesgo negativo que hemos heredado genéticamente y que también hemos reforzado con nuestros pensamientos y nuestras conductas.

¡Feliz Práctica!

 Inspirado en un artículo de Greater Good Science Center
Maquetado por BMA&aktitud.