miércoles, 19 de junio de 2019

Paladeando perdidas y sufrimientos cuando meditamos



Al llegar a nuestro propio centro de calma y clarividencia, nos volvemos menos susceptibles a las sensaciones de dolor y de desesperanza que pudieran hacer su aparición en esos momentos.

En mitad del dolor ya damos los pasos necesarios hacia lo que haya que hacer, hacia la afirmación de nuestra propia integridad, hacia la sanación.

La sugerencia de que ésta es una posible vía, no minimiza en absoluto el dolor ni el sufrimiento. Ambos son demasiado reales.

Equivale, más bien, a decir que, mientras nuestros trastornos emocionales van y vienen, o nuestro malestar nos domina y pesa sobre nosotros, también sabemos  -porque estamos paladeándolo- que nuestra fortaleza y nuestra capacidad de medrar y de llevar a cabo cambios, de superar los daños sufridos o nuestras pérdidas más queridas, no dependen de fuerzas externas ni de la casualidad.

Se encuentran ya aquí, dentro de nuestros corazones. En este preciso momento.

Jon Kabat-Zinn "Vivir con plenitud las crisis" pg 386.

viernes, 14 de junio de 2019

El entrenamiento de la mente



Como si nuestro cerebro, a diferencia de los músculos,¡no tuviese la necesidad de entrenamiento y no pudiera desarrollarse!


Aceptamos esta evidencia para nuestro cuerpo. Sabemos que el ejercicio físico desarrolla la respiración y los músculos, que una alimentación adecuada beneficia la salud, etc..

Pero estamos menos convencidos, o tal vez menos informados, que lo mismo ocurre con el psiquismo: el entrenamiento, la formación de la mente, o el ejercicio mental, también resultan muy interesantes. 

A nivel intelectual nos ayudan a "muscular" las capacidades de reflexión y de concentración; a nivel emocional, a evitar nuestras tendencias espontáneas hacia el estrés, el abatimiento, la cólera y todos los deslices a los que nos expone la cotidianidad.
La mayoría de nuestras capacidades psíquicas obedecen a las reglas del aprendizaje: cuanto más se practica, más se progresa


Cristophe André  Meditar día a día

viernes, 7 de junio de 2019





La epigenética designa el hecho de que heredamos un conjunto de genes cuya expresión puede ser modulada por las influencias que encontremos a lo largo de nuestra vida.


Puede tratarse de influencias exteriores, ser amado o maltratado, o bien de influencias interiores, ser ansioso o por el contrario conocer la paz de la mente.
Algunas de estas modificaciones pueden producirse en el útero.

Las investigaciones recientes han mostrado que la meditación tenía un efecto significativo en la expresión de un cierto número de genes, entre los cuales se hallan los que están relacionados con el estrés.

Matthieu Ricard y Wolf Singer en Cerebro y Meditación.