“La actitud es uno de los nutrientes principales que ayuda a que nuestra atención florezca, y con ello nuestra salud
y nuestro equilibrio cuerpo-mente.”

Con
perseverancia emerge una mayor lucidez, discernimiento y compasión.
Aprendemos entonces a observar partes más profundas de nuestro ser:
nuestras neurosis, esas partes oscuras y rechazadas de nosotros mismos;
nuestros caprichos, desvaríos y abusos narcisistas; las formas en las que
nuestra reactividad e impulsividad nos atropella y atropella también a los
demás.
El autoconocimiento
que emerge de la práctica continuada crea una nueva línea base, una nueva “normalidad” más próxima al
equilibrio y la paz interior.
Extraido del artículo "Cuestión de Actitud: 4 sencillas formas de equilibrarnos cuando estrés, ansiedad y miedo nos oprimen"de Jorge Benito
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