miércoles, 19 de junio de 2019

Paladeando perdidas y sufrimientos cuando meditamos



Al llegar a nuestro propio centro de calma y clarividencia, nos volvemos menos susceptibles a las sensaciones de dolor y de desesperanza que pudieran hacer su aparición en esos momentos.

En mitad del dolor ya damos los pasos necesarios hacia lo que haya que hacer, hacia la afirmación de nuestra propia integridad, hacia la sanación.

La sugerencia de que ésta es una posible vía, no minimiza en absoluto el dolor ni el sufrimiento. Ambos son demasiado reales.

Equivale, más bien, a decir que, mientras nuestros trastornos emocionales van y vienen, o nuestro malestar nos domina y pesa sobre nosotros, también sabemos  -porque estamos paladeándolo- que nuestra fortaleza y nuestra capacidad de medrar y de llevar a cabo cambios, de superar los daños sufridos o nuestras pérdidas más queridas, no dependen de fuerzas externas ni de la casualidad.

Se encuentran ya aquí, dentro de nuestros corazones. En este preciso momento.

Jon Kabat-Zinn "Vivir con plenitud las crisis" pg 386.

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