martes, 16 de febrero de 2016

LA PRÁCTICA COTIDIANA DE MIDFULNESS



EL CULTIVO DE LA PRÁCTICA COTIDIANA DE MIDFULNESS 

Siguiendo a Jack Kornfield en su obra "Meditación para principiantes"
extractamos a continuación algunos consejos que consideramos útiles para la práctica diaria.

El cultivo de la práctica cotidiana constituye uno de los aspectos más importantes de la meditación. Quizás, de hacerlo así, lo primero que adviertas es que puede que el lunes seas capaz de prestar una atención perfecta a la respiración, pero el martes es una lucha y el miércoles todavía peor, luego el jueves mejora de nuevo y el viernes resulta completamente frustrante.

Es importante que no juzgues tus meditaciones. Tu tarea consiste en sentarte a practicar  y aceptar cualquier cosa que se presente y familiarizarte con ella, lo que siempre será un reflejo de tu estado mental en ese momento. Y aún en el caso de que al finalizar la jornada, te sientas tan inquieto que solo puedas observar tres respiraciones y el resto de los veinte minutos sea una sucesión continua y caótica de pensamientos, merece la pena que lo intentes. Trata de no alentar expectativas y práctica, sin que nada de lo que ocurra te desaliente, como si fuese un simple ejercicio.

Todos hemos experimentado centenares de millones de momentos de divagación mental, y es imposible, en consecuencia, cambiar ese hábito en una semana. La meditación funciona pero requiere de un ejercicio perseverante y amable.


Sugerencias para ayudarte a establecer una rutina de meditación cotidiana

·      Elige el momento del día que mejor te vaya y luego trata de meditar todos los días a la misma hora.

·       Adapta la práctica a tu propio ritmo. Las personas madrugadoras quizás quieran realizarla a primera hora, mientras que otros, por el contrario pueden preferir hacerlo por la tarde o por la noche.

·       Busca un rincón tranquilo en el que puedas practicar cómodamente. Puede ser cualquier lugar, siempre que te permita permanecer, durante la sesión, relativamente tranquilo.

·       Siéntate a diario durante 15 minutos, media hora o incluso más, pero recuerda: Hasta cinco minutos diarios tendrán efectos positivos, siempre que los emplees en sentir la respiración y prestar atención a las sensaciones corporales, los sentimientos y los pensamientos.

·       Busca un grupo de meditación, participar en uno de ellos contribuye a consolidar tu práctica con el apoyo de otros practicantes.

·       Recuerda que la meditación no es un reto sino una práctica   para mantener en el tiempo. El trabajo con la respiración, las sensaciones corporales, los pensamientos y las emociones, te capacita para mantener la calma y la atención plena en cualquier situación.



·       Simplifica la práctica. El objetivo de la meditación es cobrar conciencia de todas nuestras experiencias. Una actitud de apertura inocente te ayudará a descubrir la verdad de tu vida en el momento presente.



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