EL CULTIVO DE LA PRÁCTICA COTIDIANA DE MIDFULNESS
Siguiendo a Jack Kornfield en su obra "Meditación para principiantes"
extractamos a continuación algunos consejos que consideramos útiles para la práctica diaria.

Es
importante que no juzgues tus meditaciones. Tu tarea consiste en sentarte a practicar
y aceptar cualquier cosa que se presente
y familiarizarte con ella, lo que siempre será un reflejo de tu estado mental
en ese momento. Y aún en el caso de que al finalizar la jornada, te sientas tan
inquieto que solo puedas observar tres respiraciones y el resto de los veinte
minutos sea una sucesión continua y caótica de pensamientos, merece la pena que
lo intentes. Trata de no alentar expectativas y práctica, sin que nada de lo
que ocurra te desaliente, como si fuese un simple ejercicio.
Todos hemos
experimentado centenares de millones de momentos de divagación mental, y es
imposible, en consecuencia, cambiar ese hábito en una semana. La meditación
funciona pero requiere de un ejercicio perseverante y amable.
Sugerencias para ayudarte a establecer una rutina de
meditación cotidiana
· Elige el momento del día que mejor te
vaya y luego trata de meditar todos los días a la misma hora.
· Adapta la práctica a tu propio ritmo.
Las personas madrugadoras quizás quieran realizarla a primera hora, mientras
que otros, por el contrario pueden preferir hacerlo por la tarde o por la
noche.
· Busca un rincón tranquilo en el que
puedas practicar cómodamente. Puede ser cualquier lugar, siempre que te permita
permanecer, durante la sesión, relativamente tranquilo.
· Siéntate a diario durante 15 minutos,
media hora o incluso más, pero recuerda: Hasta cinco minutos diarios tendrán
efectos positivos, siempre que los emplees en sentir la respiración y prestar
atención a las sensaciones corporales, los sentimientos y los pensamientos.
· Busca un grupo de meditación,
participar en uno de ellos contribuye a consolidar tu práctica con el apoyo de
otros practicantes.
· Recuerda que la meditación no es un
reto sino una práctica para mantener en el tiempo. El trabajo con la
respiración, las sensaciones corporales, los pensamientos y las emociones, te
capacita para mantener la calma y la atención plena en cualquier situación.
· Simplifica la práctica. El objetivo
de la meditación es cobrar conciencia de todas nuestras experiencias. Una
actitud de apertura inocente te ayudará a descubrir la verdad de tu vida en el
momento presente.
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