viernes, 28 de diciembre de 2018

La ciencia de la meditación


La ciencia de la meditación

Los beneficios de la meditación han sido difíciles de mostrar en términos concretos. Hoy, sin embargo, a medida que el mundo científico se adentra en el estudio de la atención plena, la capacidad del cerebro para transformarse bajo su influencia no inspira más que asombro.



Uno de los descubrimientos más importantes es que la práctica repetida tiende a hacer que los meditadores experimentados estén mucho menos apegados a las narrativas en curso que inventamos sobre nosotros mismos.
Aunque el cerebro solo representa aproximadamente el 2% de la masa corporal, quema aproximadamente el 20% de la energía metabólica del cuerpo, incluso cuando no estamos haciendo nada. ¿Por qué? Porque cuando no estamos enfocados en una tarea mental específica, la red del modo predeterminado del cerebro, el nodo que conecta la corteza prefrontal con el sistema límbico, se vuelve muy activa, uniendo pensamientos, emociones, esperanzas y sueños en una auto-narrativa cohesiva.


La meditación interrumpe ese proceso, entrenándonos a notar cuando nuestra mente divaga y lo vuelve a enfocar. Al hacerlo repetidamente, los investigadores especulan, fortalecemos la conexión entre la corteza prefrontal y el modo predeterminado, y eso acalla la mente obsesionada con uno mismo.










Fragmento de un  artículo que apareció en el número de diciembre de 2017 de la revista Mindful .

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